Por: Rubén Darío Giraldo Gómez
Cada día el liderazgo nos trae más retos en la gestión de la cultura y el servicio institucional, quisiera mencionar tres en este artículo que me trasnochan un poco:
Hace poco leía una frase que decía "La honestidad sin empatía, es crueldad disfrazada de franqueza" publicada en LinkedIn por Jordi Alemany y venía a mí, como buen colombiano, la frase de mi papá que muchas veces menciona "Póngase en los zapatos del otro mijo y encuentra la solución", ambas frases para mí tienen un poder gigante en los retos que menciono. No es posible comunicar de manera efectiva y asertiva, si no conozco mí equipo y alineo desde el mensaje y el canal, los intereses de la institución con los de desarrollo personal y profesional de cada uno. No es posible evitar y mitigar el impacto de los distractores, que cada día son más, si el objetivo no es claro y permanente y está interiorizado y apropiado por cada una de las personas que nos acompaña en este viaje de la competitividad. No es posible gestionar nuestras diferencias, sin encontrar un objetivo común que nos una, para como grupo trabajar en los beneficios que trae la inteligencia colectiva. Y con tantos no es posible, la pregunta es ¿Qué si es posible? Una pregunta difícil, con una respuesta en mi concepto básico:
Escuchar más, juzgar menos y comunicar de manera clara, sincera y cercana. En un mundo cada vez más impactado por la tecnología, la cercanía humana genera más poder, mayores cambios y experiencias memorables.
Recordemos que, como equipo, impactamos vidas y transformamos realidades sociales, familiares y personales, desde la capacidad de generar nuevas oportunidades con el poder que tiene la educación. El servicio y la cultura son el reflejo del actuar de cada uno de nosotros en el día a día.