La respuesta directa: sí, son el mismo concepto
En Colombia, los términos “Régimen Común” y “Régimen Ordinario” han sido usados en diferentes momentos dentro de la legislación tributaria, lo que suele generar confusión entre quienes manejan temas contables o empresariales. Vale la pena aclarar que, hoy por hoy, ambos hacen referencia al mismo régimen dentro de nuestro sistema tributario. Tener esto claro es clave para evitar errores en la clasificación de los contribuyentes y en el cumplimiento de las obligaciones fiscales, especialmente ahora que la normativa evoluciona constantemente.

Evolución del término: de Régimen Común a Régimen Ordinario
Durante muchos años, “Régimen Común” fue la denominación más conocida en Colombia para los contribuyentes que, por el volumen de sus operaciones o ingresos, tenían la responsabilidad de cobrar y declarar el IVA, además de cumplir con otros deberes tributarios. Este régimen se distinguía del “Régimen Simplificado”, pensado para pequeños comerciantes o prestadores de servicios con ingresos bajos y una carga tributaria mucho menor.
Sin embargo, con el paso del tiempo y los cambios en la normativa, la denominación oficial pasó a ser “Régimen Ordinario”. Este ajuste no fue casualidad; respondió a la necesidad de unificar la terminología y hacer más sencilla la clasificación de los contribuyentes, ayudando a eliminar confusiones entre quienes siguen el camino tradicional y quienes pueden optar por regímenes alternativos. La actualización del nombre también va en línea con las reformas tributarias, que buscan mayor transparencia y coherencia en la estructura fiscal del país.
El motivo del cambio: la aparición del Régimen Simple de Tributación (RST)
La llegada del Régimen Simple de Tributación (RST) fue un punto clave para que se actualizara la terminología en Colombia. El RST se creó pensando en simplificar la carga administrativa y fiscal de ciertos contribuyentes, sobre todo pequeñas y medianas empresas (pymes). Al ofrecer un esquema más ágil y menos burocrático, el RST motivó a muchos negocios a formalizarse y facilitó el cumplimiento de las obligaciones fiscales para sectores que antes veían el Régimen Común como un obstáculo.
Con este nuevo régimen en escena, fue necesario diferenciar de manera clara a quienes seguían bajo el sistema tradicional. Así, el “Régimen Ordinario” quedó como la denominación oficial para el grupo de contribuyentes que antes se conocía como “Régimen Común”. Es clave tener en cuenta que esta distinción no solo impacta a empresarios, sino también a quienes se forman en Derecho o Contaduría Pública, ya que deben estar al día con las categorías y obligaciones tributarias en Colombia.

Régimen Ordinario: el sistema tributario tradicional
El Régimen Ordinario es, en pocas palabras, el sistema principal bajo el cual tributan la mayoría de las empresas y personas jurídicas en Colombia. Estar en este régimen implica asumir una serie de obligaciones fiscales y contables, todas ajustadas a la normativa vigente. Además, exige una gestión administrativa más robusta y la implementación de controles internos que permitan liquidar y pagar los impuestos de forma adecuada.
¿Quién pertenece al Régimen Ordinario? (Grandes empresas y la mayoría de personas jurídicas)
En el Régimen Ordinario se encuentran:
- Grandes empresas
- La mayoría de personas jurídicas
- Personas naturales cuyos ingresos, actividades o características superan los topes definidos para otros regímenes, como el Simple
- Empresas con operaciones importantes y quienes deben recaudar y declarar el IVA
- Profesionales independientes que superan ciertos ingresos o desarrollan actividades sujetas a IVA
Para quienes se especializan en Derecho, el análisis jurídico y normativo es esencial para aplicar correctamente los regímenes tributarios. No sobra decir que la formación en Derecho, como la que ofrece la Universidad Cooperativa de Colombia, es una herramienta valiosa para entender el trasfondo legal de las obligaciones fiscales y brindar asesoría estratégica tanto a empresas como a particulares.
Obligaciones fiscales clave: impuesto de renta, IVA e ICA
Pertenecer al Régimen Ordinario implica cumplir con varias obligaciones fiscales, entre las principales:
- Impuesto de renta
- IVA
- ICA (Impuesto de Industria y Comercio)
Los contribuyentes deben presentar declaraciones periódicas, hacer los pagos correspondientes y mantener registros contables detallados. Además, la normativa exige conservar soportes documentales, emitir facturas electrónicas y aplicar controles sobre las operaciones gravadas.

Para quienes lideran organizaciones o buscan optimizar la gestión fiscal, una formación en Administración de empresas es un plus, pues permite comprender y aplicar correctamente estas obligaciones, evitando sanciones y aprovechando oportunidades de planeación fiscal.
Características: tarifas progresivas y procesos de retención en la fuente
- Las tarifas del impuesto de renta pueden ser progresivas, según el tipo de contribuyente y el nivel de ingresos.
- Personas naturales tributan con base en tablas progresivas.
- Personas jurídicas tienen una tarifa general, con algunas excepciones según el sector.
- Existen procesos de retención en la fuente: en ciertas transacciones, el comprador retiene y consigna una parte del impuesto directamente a la autoridad tributaria.
- Las retenciones pueden aplicarse sobre pagos por servicios, compras, arrendamientos y otros conceptos definidos por la ley.
Estas particularidades hacen que la gestión fiscal sea exigente y por eso se requiere el apoyo de profesionales especializados, como los egresados en Contaduría Pública.
¿Por qué la confusión con el Régimen Simple?
La confusión entre “Régimen Común”, “Régimen Ordinario” y “Régimen Simple” ha crecido a medida que la normativa tributaria evoluciona en Colombia. Muchas personas asocian el Régimen Simple con una simplificación total de las obligaciones, aunque en realidad es un régimen alternativo con requisitos y beneficios muy específicos.
Es clave entender bien las diferencias para tomar decisiones informadas y evitar errores comunes al momento de clasificar y cumplir obligaciones tributarias. Por ejemplo, una empresa que cumple los requisitos para el Régimen Simple puede reducir su carga administrativa, pero si permanece en el Régimen Ordinario por desconocimiento, podría estar asumiendo procesos más complejos y pagando más de la cuenta.
El Régimen Simple (RST): una alternativa al Régimen Ordinario
El Régimen Simple de Tributación (RST) fue creado para facilitar el pago de impuestos a ciertos contribuyentes, sobre todo a las pymes. Este régimen agrupa varias obligaciones tributarias en una sola declaración y pago, lo que reduce la carga administrativa y promueve la formalización. El RST es una opción para quienes cumplen con los requisitos de ingresos y actividad económica definidos en la ley.
El RST también ofrece beneficios como:
- Reducción de tarifas en algunos casos
- Exoneración de retenciones en la fuente
- Posibilidad de cumplir con obligaciones municipales y nacionales en un solo trámite
Estas ventajas han motivado a muchas pymes a migrar hacia este régimen, impulsando la formalización y el desarrollo empresarial en Colombia.
Las principales ventajas del RST (simplificación de impuestos)
- Simplificación en la presentación de declaraciones
- Posibilidad de pagar varios impuestos en una sola operación
- Reducción de trámites ante la administración tributaria
- Tarifas efectivas más bajas para ciertos contribuyentes
Un ejemplo claro: una pequeña empresa de servicios que decide migrar al Régimen Simple puede reducir el tiempo y los recursos destinados a trámites tributarios, permitiendo enfocarse en hacer crecer su negocio.

Requisitos y topes para pertenecer al Régimen Simple
Para acogerse al Régimen Simple, los contribuyentes deben:
- Cumplir ciertos requisitos definidos por la autoridad tributaria
- No superar topes específicos de ingresos anuales
- Verificar si su actividad económica está habilitada para este régimen
Sectores como la educación, la salud o la prestación de servicios profesionales pueden tener condiciones especiales o restricciones para acceder al RST. Aquí es clave interpretar bien los requisitos para evitar sanciones o exclusiones. Contar con una formación en Contaduría Pública resulta de gran ayuda para garantizar el cumplimiento.
Implicaciones prácticas del Régimen Ordinario (antiguo Común)
El Régimen Ordinario implica retos prácticos que afectan la gestión contable y fiscal de empresas y personas jurídicas, y muchas veces requiere de asesoría profesional especializada. La rigurosidad en la administración y el cumplimiento de las obligaciones tributarias es una de las marcas de este régimen, por lo que tener una estructura organizacional sólida y procesos internos bien definidos es fundamental.
La necesidad de una contabilidad más rigurosa
Quienes hacen parte del Régimen Ordinario deben llevar una contabilidad detallada y rigurosa, ajustada a las normas contables y tributarias colombianas. Esto implica:
- Elaborar libros, informes y soportes que respalden cada transacción
- Determinar correctamente los impuestos a cargo
- Mantener la contabilidad lista para auditorías y revisiones por parte de la autoridad tributaria
Profesionales formados en Derecho y Contaduría Pública están preparados para diseñar y supervisar estos procesos.
La declaración y pago de impuestos de forma separada
A diferencia del Régimen Simple, en el Régimen Ordinario las obligaciones fiscales se cumplen de manera individual. Los contribuyentes presentan declaraciones separadas para:
- Impuesto de renta
- IVA
- ICA
Este proceso requiere planificación y el uso de herramientas de gestión fiscal, lo que resalta la importancia de contar con conocimientos avanzados en Administración de empresas y Contaduría Pública.
Por ejemplo, una empresa que realiza actividades gravadas con IVA debe presentar declaraciones bimestrales o cuatrimestrales, según sus ingresos, mientras que la declaración de renta es anual y el ICA se liquida según la normativa de cada municipio.

El rol del contador público para quienes pertenecen a este régimen
El contador público cumple un papel esencial en la gestión tributaria y contable de quienes están en el Régimen Ordinario. Entre sus funciones están:
- Elaboración de estados financieros
- Preparación y revisión de declaraciones
- Asesoría en normativas vigentes
- Identificación de oportunidades de optimización fiscal
- Implementación de controles internos que garanticen la integridad de la información y el cumplimiento de los plazos establecidos por la DIAN y las autoridades locales
Estudiar Contaduría Pública es una vía directa para adquirir las competencias necesarias y aportar valor en el mundo empresarial colombiano. Además, la formación en Administración de empresas complementa estos conocimientos y permite una visión más integral de la gestión organizacional y tributaria. La Universidad Cooperativa de Colombia ofrece programas en ambas áreas, brindando una base sólida para quienes quieren crecer profesionalmente en el ámbito tributario y empresarial del país.