El salario mínimo en Colombia para 2025 ha sido fijado en $1.423.500 mensuales, con un auxilio de transporte de $200.000, sumando un total de $1.623.500. Este incremento representa un ajuste del 9,54% respecto al salario mínimo de 2024.
El incremento del salario mínimo se realiza teniendo en cuenta factores como la inflación, el crecimiento económico y la productividad del país. Con este aumento, se busca mejorar el poder adquisitivo de los trabajadores y garantizar una remuneración justa en el mercado laboral colombiano.
A continuación, se presentan los valores establecidos para 2025:
Los trabajadores que reciben salario mínimo tienen derecho a una prima de servicios equivalente a 15 días de salario por semestre laborado. Las cesantías corresponden a un mes de salario por cada año trabajado, las cuales deben ser consignadas a un fondo de cesantías.
Las cesantías generan intereses anuales del 12%, los cuales deben ser pagados directamente al trabajador a principios de cada año.
Los trabajadores tienen derecho a 15 días hábiles de vacaciones por cada año de servicio, los cuales se calculan sobre el salario básico sin incluir el auxilio de transporte.
El empleador debe realizar aportes adicionales al salario del trabajador, incluyendo:
Teniendo en cuenta los aportes a seguridad social y otras obligaciones, el costo total para un empleador al contratar a un trabajador con salario mínimo supera los $2.000.000 mensuales.
El aumento del salario mínimo se basa en indicadores económicos como la inflación, el crecimiento del PIB y la productividad laboral.
Sí, todos los contratos laborales en los que el trabajador gane el salario mínimo deben ajustarse automáticamente a la nueva cifra establecida por el gobierno.
El incumplimiento del pago del salario mínimo puede generar sanciones económicas, demandas laborales y multas impuestas por el Ministerio del Trabajo.
El gobierno y las organizaciones sindicales negocian el salario mínimo en base a estudios económicos y proyecciones financieras para garantizar un equilibrio entre el bienestar de los trabajadores y la sostenibilidad empresarial.
El incremento salarial representa un mayor costo para los empleadores, lo que podría llevar a ajustes en la contratación, aumento de precios o reducción de personal en algunas empresas.